martes, 12 de mayo de 2015

29 de marzo. Mis días en Asturias. El día de alfarería

Hola, seguidores, y en especial a mi super-amiga Lupe.

A finales de marzo me fui a pasar unos días por Semana Santa a Asturias, a casa de mis abuelos.
Me alegré mucho de verles y de ver la casa, el huerto ecológico, el jardín, los aguacates que plantamos (los sacamos germinando una pepita de aguacate). En fin, me encantó verlo todo.

Hizo bastante buen tiempo, así que un día que estábamos tranquilos, aprovechamos para sacar el torno y hacer alfarería.

La primera vez que hice alfarería fue unas Navidades, hace 3 años en la Feria Mercaplana en Gijón. Mercaplana es como Dabadum, pero en pequeño y sin tantos avances tecnológicos, pues era hace 3 años. Esta es su página web: Mercaplana

Me gustó mucho hacer alfarería allí, así que pedí para las siguientes Navidades un torno de alfarería. Y el Rey Mago Amazon me lo trajo. Lo podéis ver aquí: Torno-alfarero

Quería hacer concretamente ese día una silla de montar para dársela a Lupe, porque el día siguiente volvía a El Forcón después de muchos meses. Y me puse a ello. Tuve que rehacerlo tres veces pero al final me quedó como quería.

Lo que quería lograr era un tubo casi perfectamente redondo con un agujero que lo atravesara de lado a lado, que sería por donde el caballo metería su cuerpo, ya que también tendría silla de montar por el lomo.

Estoy segura de que a Lupe le encantará cuando se lo entregue este verano, concretamente en julio o en agosto. Lo digo porque se me olvidó dárselo, como os comenté, antes de irme de Asturias.

A pesar de lo bonitas que quedan las figuras que hago, las manos siempre me quedan muy sucias y se necesita que estén constantemente húmedas para que la arcilla se moldee bien, por eso veis ahí ese tupper con agua marrón.

Así es mi torno. Es eléctrico y con un pedal para hacer que gire la arcilla y poder darle forma. También tiene cuchillas de distintas formas para hacer distintas muescas y decoraciones, y una pantalla para no salpicar.  A pesar de que no se ve, hay además un mango para poner las cuchillas, lo que pasa es que lo estábamos lavando en ese tupper con esa agua tan sucia, que por poco no lo ensuciamos en vez de limpiarlo. ;)


Lo hacemos en el patio de casa, mientras tomamos el sol y respiramos el aire puro de la naturaleza asturiana. Otra de las razones por las que no puedo hacerlo en Madrid, ya que no hay patio en nuestro piso y no quiero manchar toda la casa.

Por cierto, este torno fue el regalo de Reyes de mis abuelos de León. Gracias, muchas gracias, abuelos.

Bueno, seguidores, sé que parecen pocas fotos, pero son todas las que hice ese día. Hasta la próxima.
:D

1 comentario:

  1. Parece que lo habéis apsado realmente bien Any y además el resultado es lo de menos, lo que importa es pasar tiempo y reirse un rato al fin y al cabo. Si alguna vez se te rompe alguna rompe alguna tubería y quieres una rehabilitacion de tuberias visitamos, un abrazo

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